domingo, 20 de abril de 2008

TRABAJO INDIVIDUAL Nº 01

PROCESOS DEDUCTIVOS E INDUCTIVOS

I. INTRODUCCIÓN



Los procesos deductivo e inductivo son herramientas de dos métodos distintos de la investigación científica, siendo el deductivo proceso del método cuantitativo y el inductivo del método cualitativo, sin embargo, existen campos de investigación y desarrollo en la actualidad en los que se emplean ambas metodologías (inductivas/deductivas).
Algunos autores plantean, en la etapa de extracción de información temática a partir de imágenes, técnicas que conducen a la aplicación de metodologías inductivas o deductivas. La selección del tipo de metodología será función de si se parte de un diseño experimental para extraer leyes (metodología inductiva), o bien, si se proponen estimaciones al analizar las relaciones teóricas entre los componentes que intervienen en el problema (metodología deductiva). (Chuvieco, 2002).

Ambos procesos son usados por el razonamiento en ambas metodologías, para determinar lo que se quiere demostrar, por lo que hace necesario ocuparnos del razonamiento como concepto.


II. TIPOS DE RAZONAMIENTO
En sentido general, el razonamiento es cualquier procedimiento de prueba, cualquier argumento, conclusión, inferencia, deducción, inducción, analogía, etc. En sentido estricto, el razonamiento es la sucesión lógica de juicios que desemboca en una conclusión. La forma más perfecta y compleja de razonamiento es la conceptual. Se distinguen diferentes tipos de razonamiento, de acuerdo con su forma y grado de rigor:
1) El deductivo: que consiste en derivar un caso particular de un principio general: todo hombre es mortal, por consiguiente Santiago (tal individuo) es mortal. Este tipo de razonamiento, puramente lógico, es riguroso, pero bastante estéril, consideran algunos.
2) El inductivo (llamado razonamiento?): que consiste en extraer de un caso particular (veo una mujer astuta) una ley general (todas las mujeres son astutas). Este razonamiento es bastante creativo, pero es muy poco riguroso. Tal tipo de razonamiento se practica en la ciencia física, con el mayor rigor posible, para pasar de la observación de los hechos (según las características consideradas) a la definición de una "hipótesis".
3) El razonamiento matemático: síntesis de los anteriores dos precedentes, que a su vez es riguroso y fecundo. Por eso, Edmundo Goblot (1858-1935) llama al razonamiento matemático, una "inducción rigurosa" y "una deducción constructiva".
Razonamiento Deductivo
Se denomina "deductivo" al razonamiento que pasa de lo universal a lo menos universal, a lo particular, o, en el caso límite, de lo universal a lo igualmente universal. Ante todo, la deducción es un medio de demostración. Se parte de premisas que se suponen seguras, en las que basan su certeza las consecuencias deducidas. Aristóteles declara que es necesario que la ciencia demostrativa, la única verdadera a sus ojos, parta de premisas verdaderas, primarias, inmediatas y más conocidas que las conclusiones anteriores de las que son las causas. Las matemáticas han representado hasta una época muy reciente un modelo de este tipo de ciencia.
El vocablo deducción significa conclusión que resulta de una o más premisas. En la historia hay tres interpretaciones:
la fundada en la esencia necesaria o sustancia;
la fundada en la evidencia sensible;
la que le niega fundamento y la considera confiada a reglas.
Pero si la deducción demuestra, raras veces descubre. Para ello hay que alimentar la reflexión del sujeto por medio de la observación del objeto. Esto afirman los empiristas, aunque sea distinto el proceso que propugnan.
Kant llamó deducción a una demostración que, en oposición a la prueba por hechos, evidencia una exigencia de derecho; la deducción es trascendental (u objetiva) si explica cómo un concepto puro a priori se relaciona con los objetos, y empírica (o subjetiva) si muestra cómo se adquiere un concepto mediante la experiencia y la reflexión.
Muchas son las versiones que se han dado sobre la deducción; entre ellas tenemos:
Es un razonamiento de tipo mediato
Es un proceso discursivo y descendente que pasa de lo general a lo particular
Es un proceso discursivo que pasa de una proposición a otras proposiciones hasta llegar a una proposición que se considera la conclusión del proceso
Es la derivación de lo concreto a partir de lo abstracto
Es la operación inversa a la inducción;
Es un razonamiento equivalente al silogismo y, por lo tanto, una operación estrictamente distinta de la inductiva
Es una operación discursiva en la cual se procede necesariamente de unas proposiciones a otras.
Ciertamente que cada una de las nociones anteriores adolece de varios inconvenientes, pero a la vez apunta a una o varias características iluminadoras de la deducción. La deducción es un razonamiento riguroso que consiste en aplicar un principio general a un caso particular: El silogismo constituye un ejemplo excelente, pues es la argumentación en que se comparan dos extremos con un tercero, para descubrir la relación que tienen entre sí, por ejemplo:
Toda virtud es laudable;
es así que la prudencia es virtud;
luego la prudencia es laudable.
Los dos extremos, "prudencia" y "laudable", se comparan con el medio (el tercero), "virtud"; y de aquí se deduce que el atributo, laudable, conviene a la prudencia. Los extremos comparados se llaman términos: mayor, el más general; y menor, el otro. El punto de comparación se denomina término medio. En el ejemplo citado, prudencia es el menor, laudable el mayor, virtud el medio.
La premisa en que se halla el término mayor, se llama mayor, y la otra menor: Es más frecuente el que la mayor sea la primera del silogismo; pero aunque muden de lugar no varía su naturaleza. Los silogismos se dividen en simples y compuestos. Los simples constan de solas proposiciones sólo simples como en el ejemplo expuesto; los compuestos encierran alguna proposición compuesta.
La deducción se emplea en todas las ciencias (matemática, física, biología, ciencias sociales), pero es particularmente apropiada en las ciencias más formalizadas, tales como la lógica, la matemática y la física teórica.
A pesar de que Benito Spinoza (1632-1677) pretendió rechazar: a) el procedimiento silogístico, abstracto y fatigoso, de numerosos escolásticos, b) los procedimientos inspirados en las reglas retóricas propias del renacimiento, c) el método rabínico de una exposición excesivamente prolija, sólo por medio de la deducción es posible llevar a cabo pruebas formales en las ciencias naturales, en las cuales se establece que las conclusiones a las cuales se llega son formalmente válidas.
Los procedimientos deductivos parten de la ley general para llegar al caso particular en la siguiente secuencia:

Razonamiento Inductivo
La inducción es una generalización, operación por la cual se hace extensivo a una clase de objetos lo que se ha observado en un individuo o en algunos casos particulares. La filosofía clásica distingue cierta inducción rigurosa, llamada aristotélica, que reconoce ciertas características a los fenómenos observados (en principio, la totalidad de los casos), generalizándolos o resumiéndolos en una ley, y la inducción amplificadora (erróneamente denominada baconiana) o experimental, que, partiendo de un número determinado de hechos observados, generaliza aplicándolos a un número infinito de hechos posibles.
Quien proporcionó un concepto suficientemente preciso de la inducción y lo introdujo como vocablo técnico para designar un determinado proceso de razonamiento, fue Aristóteles, aunque no le dio un tratamiento único.
Mientras la deducción concluye lo particular de lo universal, o de la esencia de un objeto sus propiedades necesarias, la inducción intenta obtener (de los casos particulares observados) una ley general válida también para los no observados. La inducción es cierto razonamiento que nos hace pasar de lo particular a lo general. Por ejemplo, una persona que ve a un mal estudiante de determinado centro educativo, "induce" que todos los estudiantes de ese centro son malos estudiantes.
Al dominio de la inducción pertenecen las leyes de las ciencias naturales y de las ciencias particulares en general.
Sexto Empírico partió de la distinción entre inducción incompleta e inducción completa. La inducción llamada "completa" consiste en la observación de todos los casos particulares, no es un raciocinio, sino una enumeración. En cambio, la inducción matemática, es decir, la conclusión de que una cierta fórmula, válida para n, vale asimismo para n + 1, se demuestra partiendo de la índole de la fórmula con el mismo rigor deductivo con que se prueba que vale para un número determinado; por tanto, en realidad es una deducción.
La inducción rigurosa no permite pasar de los hechos a las leyes. La novedad que introduce la experiencia no afecta a la lógica normal, pues las ciencias se desarrollarán con independencia de la misma. Pero sus métodos, al no fundamentarse en una lógica rigurosa, se separan de la lógica y de la filosofía.
La verdadera inducción es la inducción incompleta, que, de un número relativamente corto de casos observados saca una conclusión respecto a todos los casos semejantes. Este raciocinio encuentra su justificación en el principio de razón suficiente, el cual, excluyendo la casual semejanza de los casos sometidos a observación metódica, exige, en las condiciones observadas, cierta necesidad por parte del proceso estudiado.
Ahora bien, si éste es necesario en las condiciones dadas, se verificará siempre que se den condiciones semejantes. La inducción engendra auténtica certeza, aunque, evidentemente, no es absoluta (certeza hipotética).
Francis Bacon (1561-1625) planteó con insistencia la cuestión del tipo de enumeración que debía considerarse como propio del proceso inductivo científico. Afirmó que "el hombre, ministro e intérprete de la naturaleza, hace y entiende en la medida en que haya observado el orden de la naturaleza, mediante la observación de la cosa o con la actividad de la mente" (Novum Organon). Entiende por método no sólo el retorno a la experiencia sino también el progreso positivo del pensamiento y las precauciones para poseerlo. "La verdad, escribe, sobrevive más fácilmente al error que a la confusión". Afirma que la investigación no puede partir de la percepción de lo particular sino más bien "de las generalidades confusas del sentido común" para observar los casos particulares y volver en lo posible a otra generalidad, pero racional y ordenada. "Lejos de oponer inducción y deducción, que juegan un papel esencial en el método experimental", declara que "toda filosofía natural sólida y fructuosa emplea una doble escalera, a saber, la escalera ascendente y la escalera descendente; una que sube de la experiencia a los axiomas (principios o hipótesis), otra que desciende de los axiomas a los nuevos inventos" (Novum Organum).
Observando que en las ciencias se llega a la formulación de proposiciones de carácter universal luego de partir de enumeraciones incompletas, formuló, en sus tablas de presencia y ausencia, formuló una serie de condiciones que permiten establecer inducciones legítimas. Denominó tablas a las coordinaciones de las instancias, esto es, de los conceptos particulares de un fenómeno y distinguió las tablas: 1) de presencia, casos en que se presenta un fenómeno particular; 2) las tablas de ausencia, casos en que dicho fenómeno no se presenta; 3) las tablas de grados o comparativas, las diferentes maneras en que el fenómeno puede manifestarse en contextos diferentes; y, por último, 4) las tablas exclusivas, las tablas ofrecen el esquema de toda investigación experimental (Novum Organum). Bacon no era un científico, sino un profeta que propagó la idea de una ciencia experimental y previó e inspiró la revolución industrial.
Al respecto se ha alegado que no es justo contraponer la inducción baconiana a la inducción aristotélica, pues Aristóteles y otros autores antiguos y medievales no excluyeron las inducciones basadas en enumeraciones incompletas; lo que hicieron fue distinguir entre enumeraciones completas y enumeraciones incompletas, agregando que si bien ambas son suficientes para producir inducciones legítimas, sólo las primeras exhiben claramente el mecanismo lógico del proceso inductivo.
La inducción no es un razonamiento riguroso (a diferencia de la deducción), pero es el principio de todos los descubrimientos. En el esquema clásico del método científico, expuesto por Juan Stuart Mill (1806-1873) autor de "Principios de Economía Política", la inducción corresponde al segundo momento de la investigación, o sea que sigue la "observación" y permite el tránsito de ésta a la enunciación de una "ley". El tercer momento de la investigación corresponde a la "verificación" experimental.
El sabio prueba el movimiento del pensamiento avanzando en el conocimiento; pero el filósofo se venga poniendo en entredicho el valor de la ciencia. El conflicto entre el rigor y la fecundidad se amplía y hace nacer el problema del conocimiento y del valor de la ciencia.
Aún admitiendo la existencia de un punto débil en el descubrimiento científico, se pregunta Jacques Lefebvre d''êtaples (1455-1536), ¿puede considerarse absoluta la separación entre el rigor de la deducción y la fecundidad de la inducción? Según Aristóteles, el silogismo es un razonamiento en el que el término medio juega un papel esencial de mediación, de relación fundamental. Clasifica los objetos según las cualidades esenciales de la naturaleza. El juicio da un contenido de silogismo. Decir: Sócrates es un hombre, todos los hombres son mortales, luego Sócrates es mortal, es reconocer en Sócrates las cualidades de hombre y mortal.
Los razonamientos inductivos no son válidos o inválidos en el sentido en que estos términos se aplican a los razonamientos deductivos. Claro está que pueden estimarse como mejores o peores los razonamientos inductivos, según el grado de verosimilitud o probabilidad que sus premisas confieran a sus conclusiones.
Según Franz. Kutschera (Teoría de la ciencia, 1972), puede distinguirse tres fases en el proceso de investigación inductiva puede distinguirse tres fases:
1) El punto de partida es la observación de los fenómenos empíricos, describimos y clasificamos esos fenómenos y reunimos material de observación
2) Sobre la base del material de observación anticipamos unas generalizaciones; reunimos esas observaciones en hipótesis, que explican los fenómenos.
3) Se exponen varias hipótesis, sin que de momento estén vinculadas entre sí. Pero queremos ponerlas en una conexión sistemática. Así que buscamos una hipótesis de tipo superior, que está en condiciones de reunir y explicar las hipótesis de tipo inferior. Y así establecemos una teoría.
Los procedimientos inductivos van de lo particular hacia lo general para descubrir y establecer la ley científica en la siguiente secuencia:
Concluimos este ítem acentuando que sólo de proposiciones puede predicarse la verdad o falsedad, nunca de razonamientos. Similarmente, las propiedades de validez o invalidez sólo pueden pertenecer a razonamientos deductivos, pero nunca a proposiciones. Existe una conexión entre la validez o no validez de un razonamiento y la verdad o falsedad de sus premisas y su conclusión, pero esta conexión no es de ninguna manera simple.
III. CONCLUSION
De todo esto podemos concluir que:
Método DeductivoEn el sistema aristotélico, el método deductivo es un proceso que parte de un conocimiento general, y arriba a uno particular. La aplicación del método deductivo nos lleva a un conocimiento con grado de certeza absoluta, y esta cimentado en proposiciones llamadas SILOGISMOS.
Método DeductivoEn el mundo aristotélico, el conocimiento inductivo es un conocimiento incompleto, pues parte de lo singular para llegar a lo general, y NO nos proporciona una certeza absoluta.